MUNDO 2012MUN27JLMADMODELO DE COPIA MUNDO 37 CM27/07/202007:00ECONOMÍALa 'vuelta al cole' (43821166)27/07/2001:25PRIMERAEl desconfinamiento está dejando lecciones. Algunas –los lugares y conductas donde nos infectamos más, la falta de rastreadores, la imprudencia de quienes se creen inmunes– llegan abundantemente a los titulares noticiosos, otras no. Hace unos días se conoció un vídeo interno de la hostelera RoomMate, del empresario Kike Sarasola, en el que éste reprochaba a algunos empleados incluidos en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que pusieran pegas para reincorporarse al trabajo.
RoomMate aclaró que los casos «no representan ni a una mínima parte de la plantilla». Por lo demás, a Sarasola le apoya la legislación, ya que, si el trabajador incluido en un ERTE no se presenta a las 24 horas de ser llamado por su empresa, probablemente pierda su empleo.
Pero hay otros casos en los que los trabajadores han estado en ERTE parciales o simplemente teletrabajando y cobrando su sueldo normal. En este último caso, donde los acuerdos se adoptaron en base a la buena voluntad de las partes dado que no hubo tiempo a modificar convenios es donde se está produciendo un nutrido anecdotario.
He podido leer varios correos intercambiados por consejeros delegados y sus trabajadores. En uno de ellos, la representación de los trabajadores insistía en que era mejor no volver al trabajo presencial hasta el 1 de septiembre porque «el riesgo sigue ahí», con consecuencias «nefastas» para la empresa y que el hecho de utilizar el transporte público o los accesos comunes ya implicaba un riesgo. El consejero contestaba que se hacía cargo de las consecuencias para la empresa, pero que el riesgo siempre existe, tanto en la oficina como en una terraza. Ni hablar de los accidentes laborales in itinere.
‘¿Cuáles son las ventajas de volver si nos ha felicitado por lo bien que van las cosas teletrabajando?’, decían en otro correo. El consejero les contestaba que no tenía sentido confundir unas expresiones lanzadas para darle ánimos a la plantilla con una evaluación estricta del impacto del teletrabajo en su actividad.
Con todo, el peor argumento esgrimido era el de que el tiempo ahorrado en desplazamientos por los trabajadores se podía dedicar a los clientes. La pregunta del consejero fue definitiva: ¿el tiempo que usabais en desplazamiento es mayor ahora que antes del Covid? Y para ser más claro: ¿los horarios en el centro de trabajo eran diferentes en febrero? En realidad, con el teletrabajo, todo el tiempo de desplazamiento se lo apropia el trabajador en su beneficio.
En la mayoría de los casos está imperando el buen juicio. Salvo empleos concretos, hay pocos brotes originados en entornos laborales (hospitales y residencias, por ejemplo) y la mayoría (temporeros y mataderos) tienen su origen en condiciones sociales de los trabajadores. Pero algunos argumentos para no volver van más allá de miedo que naturalmente muchas personas sienten y recuerdan las excusas que se suelen poner para cobrar los seguros de coche: «La columna del aparcamiento se movió» por no hablar de lo popular que fue el llamado «cuponazo cervical».
johnmuller.es@gmail.com21550.000266058.333267449.997358662.4960.0000.000La ‘vuelta al cole’21646.860292786.95877915.667307561.9580.0000.000AJUSTE DE CUENTAS
john mÜller44491.035269608.18677915.000288144.1140.0000.000Hay argumentos para no volver al trabajo que van más allá del miedo187266.297296605.710227861.453325325.0000.0000.000