MUNDO 2012WEB25MY25/05/201608:00PORTADA«Me despidieron porque no me plegué a sus irregularidades» (31004851)25/05/1619:08PRIMERA«Me despidieron porque no me plegué a sus irregularidades»21550.000182224.79662528.073210495.8330.0000.000Q. ALSEDO / P. HERRAIZ MADRID
Azahara Peralta era directora de obra en Acuamed, se negó a firmar sobrecostes y fue despedida. Ahora, el Gobierno le ha negado la readmisión pese a que tras su cese se conoció el escándalo de la empresa pública. Denuncia que fue destituida por «no plegarse».21550.016210495.83362528.070251241.6670.0000.000VIENE DE PRIMERA PÁGINA
«Me despidieron de Acuamed porque no me plegaba a hacer cosas irregulares. Por no ser corrupta. Lo camuflaron como despido disciplinario, pero la realidad era que yo y unos cuantos más nos negábamos a hacer cosas manifiestamente ilegales». Azahara Peralta, ingeniera agrónoma, explica así su salida de la empresa estatal Acuamed, cuyo sumario ha dejado de estar secreto el pasado viernes tras la investigación de la Guardia Civil, la Audiencia Nacional y la Fiscalía Anticorrupción.
Tras su salida, Azahara ha denunciado las irregularidades que encontró en la empresa pública, e incluso ha escrito una carta a la ministra Tejerina en la que reclama su reincorporación tras conocerse por un auto del juez Velasco lo que ocurría en Acuamed. El secretario de Estado le ha contestado que ya se trató dos veces ese tema y se ha dejado zanjado, pero lo cierto es que el asunto se valoró antes de las detenciones y de que saltara el escándalo, no después.
Azahara era directora de obras en uno de los principales proyectos, la descontaminación del embalse de Flix, en Tarragona, uno de los siete contratos bajo sospecha que el juez ha incluido en la investigación.
Flix es paradigmático. Por una parte, era una obra de ingeniería brillante, consistente en limpiar del Ebro un millón de toneladas de lodo contaminado por una planta química desde hace un siglo. Por otra, el coste de la obra (133 millones más IVA) podía camuflar grandes desviaciones de presupuesto.
«Mi trabajo consistía en controlar la obra económicamente, a nivel de calidad y que se ejecutase en plazo», explica. «Mi despido disciplinario fue por negarme a aprobar y a firmar ciertos actos ilícitos a favor del contratista [FCC], que presentó una reclamación de 34 millones nada más hacerme cargo de la obra».
Aquella reclamación está en el punto de mira judicial, porque tuvo algo extraño, explica la ex directora de la obra: «Empezó siendo de 34 millones, pero un tiempo después había subido hasta los 70, incluyendo muchas obras futuribles, que decían que se iban a hacer. Yo rechacé esa reclamación, porque les dije que cuando terminara la obra ya revisaríamos las modificaciones, que no podía aprobar cambios que ni siquiera se habían realizado. Cuando me reclamaban los 70 millones, en una reunión llegaron a decirme que con 40 se quedaban conformes».
Precisamente, esos 40 millones son los que la Guardia Civil sospecha que se querían desviar para compensar otra obra que no tenía nada que ver: la desaladora de Bajo Almanzora, en Almería, que se había averiado por una riada.
Bajo Almanzora se construyó en una zona inundable y era cuestión de tiempo que con la lluvia se llenara de barro. La constructora (también FCC) había cancelado el seguro y por tanto la obra no estaba cubierta. Entonces se discutió en Acuamed y el Ministerio de Agricultura sobre si cancelar el contrato a FCC y reclamarle que pagara la reparación, aunque finalmente el ex ministro Arias Cañete promovió un acuerdo por el que se pagaría la reparación a medias. La parte del Ministerio eran los 40 millones que en teoría se iban a pagar inflando la obra de Flix.
«Por una parte, el contratista me presionaba para aceptar su reclamación; por otra, la dirección de Acuamed también me presionaba para que me sentara con la empresa y llegara a un acuerdo». Dos personas fueron sancionadas, y su jefa y ella fueron despedidas. La primera ha ganado este mes el juicio laboral a Acuamed y Azahara tendrá en enero un juicio por despido improcedente. Tras despedirlas, Acuamed finalmente aprobó pagar a FCC 39,5 millones por la reclamación de Flix.
«El despido llegó tras una auditoría encargada por la dirección de Acuamed sobre nuestro trabajo. Para mí, esa auditoría ha sido la justificación para despedirnos porque no nos plegábamos a firmar lo que considerábamos irregular», concluye.21550.00043808.333267450.000266058.3330.0000.000