MUNDO 2012WEB18DI18/12/201321:30EM2 COMUNICACIÓN¿Noticias sin fallo desde el primer día? (19894955)18/12/1314:17ELMUNDO.ES/$Periodismo/$5886ELMUNDO.ORBYT/$Sala de columnas/$Victor de la Serna/$columnas/$PRIMERAHOJEANDO/ZAPEANDO221975.81336399.996267502.90643808.3290.0000.000¿Noticias sin fallo desde el primer día?221975.81947512.501267502.91273441.6680.0000.000vÍctor de la serna 221964.66573441.663267491.75880849.9960.0000.000La Asociación de la Prensa de Madrid repercutía ayer a sus 35.000 seguidores en la red social Twitter sendas críticas en medios electrónicos –Cienciasycosas y Vozpópuli– a los periódicos que, según estos medios, se habían precipitado dolosamente al atribuir las tres terribles muertes de Alcalá de Guadaira, los padres y una hija, a la ingesta de alimentos en mal estado. En el primero de esos medios clamaban contra ese «vomitivo periodismo»: «Hacer la noticia lo más rápido posible, con el máximo morbo posible y plagada de especulaciones sin conocer los motivos que habían ocasionado el fallecimiento. (...) Todo vale por obtener el puto clic».
El error en la atribución del envenenamiento a alimentos caducados alimentaba tan grande inquina, aunque el autor, un tanto obcecado, consideraba igual de culpable el titular de Público.es (Tres miembros de una familia que se alimentaba de comida caducada mueren intoxicados) que el de EL MUNDO, que a la hora que es aún no ha sido desmentido: Fallecen tres personas en Sevilla por un alimento en mal estado.
Más interesante aún que las diatribas en sí mismas, de redacción ampliamente mejorable y contenido progresistamente desenfocado, pero sin duda libérrimas por parte de cualquier crítico de los medios, nos parece el hecho de que la APM, la organización profesional de los periodistas, las difundiera por las redes sociales. Es un gesto que muchos interpretarán como que hacía suyas las críticas.
No es la primera vez que algo así ocurre. Poco a poco hemos ido convenciéndonos que en la lista de prioridades de la APM no figura en primer lugar la libertad de expresión y de publicación, sino la responsabilidad o la ética de quienes se expresan y publican. Al menos, lo que la APM considera su responsabilidad.
En este caso todo ello es bastante ridículo, porque las imprecisiones, tras haber obtenido de buena fe datos de primera hora en un suceso candente, son comunes en todo tipo de medios, con o sin interés por eso del «clic». El oficio de periodista no es el de historiador. Parecería que la APM, como esos partidos políticos que esperan al fallo judicial, preferiría que no se informase de una muerte hasta que es oficial el resultado de la autopsia. Un error como el de confundir –por fuentes ajenas– el alimento caducado con, pongamos por caso, un pescado con toxinas botulínicas no invalida toda la información si se rectifica con prontitud. Y si el fallo es malintencionado, ya entrará en acción el Código Penal. ¡Pero sin censura previa!221964.66584554.168267502.906358662.5010.0000.000