MUNDO 2012WEB14NO14/11/201206:00ESPAÑAAlberto Egaña(11639605)14/11/1201:39ELMUNDO.ES/$Desahucios/$7549ELMUNDO.ORBYT/$Sala de columnas/$Casimiro Garcia Abadillo/$columnas/$SEGUNDAAyer hablé con Alberto Egaña, hermano de Amaya, la mujer que se suicidó cuando una comitiva de desalojo iba a proceder al desahucio de su vivienda en Baracaldo. Según la información publicada por EL MUNDO, Amaya había avalado con su piso a su hermano, que se encontraba en una situación económica complicada. Esa información fue, a su vez, facilitada por una fuente oficial de la Caixa y confirmada por este periodista con otra fuente en el Banco de España.
Alberto me comunicó que él nunca había sido avalado por su hermana Amaya. Posteriormente, reclamé una explicación a las fuentes y, en efecto, me confirmaron que se trataba de un error que tiene que ver con un aval del propio Alberto a su esposa.
Cierto es que Alberto, que gestiona un negocio familiar en Éibar, atraviesa por malos momentos y que ha tenido que pedir ayuda. Es un ejemplo de pequeño empresario que pelea por salir adelante y que ahora, además, está conmocionado por la tragedia de su hermana.
Él no se explica por qué Amaya decidió tirarse por el balcón. Es verdad, reconoce, que la situación económica de la familia era suficientemente desahogada como para hacer frente al pago de la hipoteca (670 euros al mes), que representaba el 20% de sus ingresos.
Nadie sabe por qué desde 2010 Amaya dejó de pagar y por qué, desde entonces, no atendió a las llamadas de la entidad para intentar negociar una solución.
En la información publicada el martes no había ninguna intención de hacer daño a la imagen de Alberto Egaña, pero a veces los profesionales cometemos errores y debemos reconocerlos públicamente. Y aunque en este caso sea uno inducido, uno es responsable de lo que firma.
Yo había hecho referencia a Amaya para poner de relieve que en el problema de los desahucios no todos los casos son iguales. Su suicidio levantó una ola de rechazo entre jueces, policías, etcétera. Su muerte se convirtió en emblemática. Pero sus circunstancias no se correspondían con el perfil de una familia que pierde su vivienda porque no tiene ingresos para pagar la hipoteca. Ese era el fondo del artículo y en él me sigo reafirmando.
La pregunta de por qué se suicidó Amaya Egaña sigue pues en el aire. Y sigue sin respuesta. Ni siquiera su hermano Alberto tiene una explicación razonable. Se rumorea una posible separación de su marido. Pero Alberto insiste en que el matrimonio estuvo de viaje en Galicia hace tan sólo unos días.
Lo que está claro es que Amaya estaba atravesando por un mal momento y que llevaba angustiada mucho tiempo. Según la versión que ha dado su esposo, ella no le había informado de la situación de impago, ni mucho menos de que el pasado día 9 de noviembre se iba a proceder al desahucio de la vivienda.
Los Egaña, bien conocidos en Vizcaya por tratarse de una familia ligada al Partido Socialista y a una tradición de lucha por la libertad, parecen estar marcados por la tragedia.21549.993266058.329267449.997358662.4960.0000.000Alberto Egaña21626.248291986.02778002.948303098.5270.0000.000A FONDO
CASIMIRO GARCÍA-ABADILLO38231.877269272.86277906.453286762.5510.0000.000El hermano de Amaya (apuntado por error como avalado) no sabe por qué se suicidó147822.895300690.529204356.912329900.4810.0000.000