MUNDO 2012MUN13ENMADMODELO DE COPIA MUNDO 37 CM13/01/202007:00ECONOMÍALa autoridad de Escrivá (42256789)13/01/2001:28PRIMERAEl mecanismo previsto para designar al presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) nunca me entusiasmó. Me parecía que el ministro de Hacienda tenía demasiado poder en el proceso. Por eso, cuando el 24 de enero de 2014, Cristóbal Montoro propuso a José Luis Escrivá, tenía muy pocas esperanzas. Fue David Taguas, convencido de la necesidad de que España contara con una institución así, quien recargó mi esperanza: «Igual Montoro ha dado con el único hombre capaz de crear una autoridad independiente en España».
Taguas conocía bien a Escrivá. En el verano de 2007, cuando la crisis subprime desembarcó en Europa, Taguas dirigía la Oficina Económica del Presidente del Gobierno. En medio de la canícula, llamó a Escrivá, que entonces dirigía el Servicio de Estudios del BBVA. Lo pilló de vacaciones. Le dijo que estaba inquieto por lo que sucedía en los mercados y lo invitó a formar parte de una célula de crisis que empezó a reunirse todos los lunes entre agosto de 2007 y abril de 2008.
Las notas de esas reuniones fueron motivo de una polémica entre algunos economistas del grupo y Zapatero. Los primeros sostenían que ahí había advertencias más que suficientes de la crisis que se venía encima. Zapatero, que la negó hasta 2010, dice que los documentos no son tan claros. El ex presidente prometió que haría públicos los papeles que están en su archivo personal. No lo ha hecho.
Seguí de cerca el parto y el nacimiento de la AIReF. Jugarretas del destino, el mismo día que el Congreso examinó a Escrivá falleció Taguas. Él, Álvaro Anchuelo y Pedro Saura lo recordaron. Así quedó en el diario de sesiones. Vi las reticencias de Montoro, que siempre pensó que se duplicaban funciones con la IGAE (Intervención General de la Administración del Estado). Al final, la AIReF se consolidó por el prestigio de Escrivá (muy solo en los primeros años), por la prudencia con que se condujo y porque, con su rigor, se ganó la confianza de las autoridades europeas. Al final es más importante en un cargo así que te conduzcas con verdadera independencia a que te nombre éste o aquél.
Por eso, no he podido más que sonreír cuando he visto estos días que algunos medios decían que Escrivá era «un hombre de Montoro», por lo tanto, un converso. Falso. Tampoco es un zar antigasto, como se ha querido hacer ver. Al futuro ministro de la Seguridad Social lo que le obsesiona es el equilibrio presupuestario. Hace nada pidió a la Comunidad de Madrid que moderara sus anuncios de bajadas de impuestos porque su gasto estaba subiendo por encima del crecimiento. El camino al equilibrio es siempre el mismo: o reduces gastos o elevas la recaudación. Escrivá ha estado abierto a los dos.
Hay quienes critican a Escrivá porque dicen que la AIReF ha sido menos estricta en sus dictámenes en el último año. El caso más llamativo ha sido el aval que extendió en octubre al Proyecto de Plan Presupuestario 2020 que el Gobierno en funciones envió a Bruselas. Éste fue devuelto con tachones por la Comisión Europea, que consideró que existe un «riesgo importante» de desviación del déficit y le pidió al Ejecutivo que lo actualice.
Es poco conocida la autoridad y prestigio que Escrivá tiene en Podemos. Desde que el partido de Iglesias llegó al Congreso, en las elecciones de diciembre de 2015, la AIReF le abrió sus puertas. En esos meses de gobierno en funciones, cuando nadie se atrevía a moverse, Escrivá invitó a Nacho Álvarez y otros dirigentes de Podemos a sesiones de trabajo donde les puso al día de los grandes y pequeños números de la economía española.
Basta ver la manera en que los portavoces de Podemos le trataban en el Congreso. Alberto Montero le recibió así el 8 de febrero de 2017 cuando Escrivá cuestionó las proyecciones del INE: «Llega usted tarde (risas) porque si hubiera hecho esta presentación el primer día, nos habríamos ahorrado una gran cantidad de intervenciones en las que se nos ha venido diciendo que el mundo se va a hundir en 2050». Y el diputado Segundo González García le saludaba así en el debate de Presupuestos de abril de 2018: «Probablemente la suya es la única opinión que se puede considerar independiente del Gobierno a la que se permite participar en este debate».
Escrivá ya no será el presidente de la AIReF en el consejo de ministros. Pero su autoridad técnica seguirá siendo referencial para Podemos. Lo que sí resulta paradojal es que Escrivá, que terminaba su mandato el 21 de febrero, formará parte del mismo Gobierno que tendrá que ratificar a su sucesor. Una carambola que él –siempre obsesionado con crear instituciones independientes y objetivas– no pudo imaginar en enero de 2014.21550.003243833.333267450.000358662.5000.0000.00080925122.jpg21558.645245937.76844527.427265792.2140.0000.000La autoridad de Escrivá21646.863270561.95877915.669285336.9580.0000.000AJUSTE DE CUENTAS
john mÜller44491.038247383.18677915.003265919.1140.0000.000