MUNDO 2012WEB11SE11/09/201304:00PORTADAArtículo Quark (17763680)11/09/1312:45ELMUNDO.ES/$Iñaki Urdangarín/$6004/$Caso Noos/$6786PRIMERAJuego sucio contra Castro
La Policía avisó al juez y al fiscal del ‘caso Urdangarin’ de que eran objeto de «seguimientos» / A Castro le han pinchado las ruedas y sembrado de excrementos su puerta / Horrach ha recibido amenazas 21549.993284579.157167940.099317916.6630.0000.000 E. URREIZTIETA / E. INDA / Madrid
El juez instructor del caso Urdangarin, José Castro, y el fiscal anticorrupción Pedro Horrach son víctimas de «seguimientos» continuados desde hace meses, según les han advertido altas instancias policiales. Fruto de este marcaje son las fotografías publicadas ayer en las que se observa una cita de 20 minutos entre el magistrado y la letrada de la acusación Virginia López-Negrete, dejando entrever la existencia de una relación íntima entre ambos.
La aparición de estas imágenes llega una semana después de que se pidiera que se aparte a Castro de la instrucción y cuando aún está pendiente de dilucidar si se imputa o no a la Infanta por blanqueo.
La presión sobre Castro y Horrach no queda ahí. Al juez le han pinchado las ruedas del coche, le han sellado con silicona las cerraduras de su casa y le han inundado de excrementos la puerta. El fiscal, por su parte, ha recibido dos anónimos con amenazas contra él y su mujer.21549.993317916.657167269.113358662.4910.0000.000SEGUNDAViene de primera página
La campaña contra el juez José Castro viene de atrás aunque es ahora, en la recta final de la instrucción y coincidiendo con la posible imputación de la Infanta Cristina por blanqueo, cuando se ha acelerado.
Primero fueron las patrañas acerca de la llegada del instructor del caso Urdangarin a la carrera judicial. El globo sonda lanzado a modo de despectiva intoxicación era claro: «Es del cuarto turno». Un burdo bulo toda vez que José Castro lleva en la carrera desde 1975, una década antes de que se abriera la puerta de la Judicatura a personas sin oposición, lo que eufemísticamete se denominó «juristas de reconocido prestigio». Luego fue la desimputación de la Infanta, en la que la Sección Segunda de la Audiencia Provincial hizo todo lo contrario de lo que defendía en privado, dejando solo al instructor. Hace una semana se pidió el traslado de toda la causa –ni más ni menos que 160.000 folios– al TSJ de Valencia lo que, además de arrebatar a Castro la instrucción, supondría matarla de facto al retrasarla sine die. Y ayer fue una noticia de Abc la que intentó desacreditar definitivamente al veterano magistrado cordobés (67 años) acusándole de falta de imparcialidad al desvelar la charla que mantuvo en un bar de Palma con la abogada de la acusación particular Virginia López-Negrete, de Manos Limpias. La noticia titulaba de la siguiente manera lo que fue una simple cita de 20 minutos en una cafetería a media tarde: El juez Castro, de copas en Mallorca con una abogada de la acusación particular. La letrada de Manos Limpias y el magistraron intimaron una hora en un bar. No sólo se atribuía una conducta parcial al magistrado sino que se dejaba entrever, falsamente, que entre ellos hay una relación sentimental. El trabajo lo remató horas después el letrado de Urdangarin, Mario Pascual Vives: «Son unas fotos muy morbosas».
Las borrosas imágenes de ayer, tomadas muy probablemente con cámara oculta, son fruto de los seguimientos de los que Castro y el fiscal anticorrupción Pedro Horrach son víctimas desde hace meses. «Altas instancias policiales les alertaron de este extremo en julio y les ofrecieron la posibilidad de ponerles contravigilancia pero ambos rechazaron la propuesta porque no querían perder su intimidad», apuntan fuentes muy próximas a las dos personas que imputaron al yerno del Rey.
La campaña con tintes mafiosos va más allá. Castro ha visto, impotente, cómo le pinchaban las ruedas de su automóvil, cómo todas las cerraduras de su domicilio en Palma –un pequeño chalé en el barrio de El Molinar– amanecían selladas con silicona y cómo hace escasos días la puerta de su hogar aparecía plagada de excrementos. Las amenazas han sido tan o más elocuentes en el caso de Horrach. El fiscal recibió en su domicilio dos anónimos por separado. En el primero se leía literalmente «cuidado» y en el segundo aparecía una foto suya con su mujer, sobrevolada por dos enormes cuernos. La Policía lo investiga.
Tanto fuentes de las defensas como de la acusación coinciden en calificar de «normales aunque no habituales» las reuniones del juez y el fiscal con todas las partes. «Cuando ha habido recesos en las declaraciones en Valencia, Madrid o Barcelona, los letrados, incluidos el de Urdangarin, Pascual Vives, y el de Diego Torres, González-Peeters, nos hemos ido a comer juntos y hemos pedido a Castro y Horrach que vinieran. Y luego, eso sí, cada uno pagaba su menú», apunta un abogado defensor. Otro de ellos pone nombre, incluso, al restaurante de Valencia en el que almorzaban todos juntos: «Les Graelles». Y uno tercero identifica el punto de encuentro de Barcelona: «La cafetería de los Juzgados, situada en el sótano». 21549.993166045.829217359.552358662.4960.0000.000