MUNDO 2012WEB10OC10/10/201321:30ESPAÑAUn activista con corbata (18494745)10/10/1302:18ELMUNDO.ES/$Cristóbal Montoro/$3216/$Congreso de los Diputados/$3333ELMUNDO.ORBYT/$Sala de columnas/$Manuel Jabois/$columnas/$PRIMERALa sesión transcurría con normalidad, con varias mujeres en tetas gritando colgadas de una grada, cuando fue interrumpida bruscamente por un grupo de ujieres que entraron en la tribuna para neutralizarlas y permitir que unos caballeros, vestidos de arriba abajo, empezaran a preguntarse cosas sin aparente reivindicación hasta que por fin un espontáneo dijo que los salarios estaban creciendo en España, si bien despacito. El hombre, al que se le traslucía bajo la camisa una pintada sobre el pecho, se agarró a su escaño mientras repetía la consigna con el puño en alto; los ujieres lo miraban desde las bocas de entrada del hemiciclo con expresión ausente, como cigarreros en los toros. A la tribuna de prensa llegó la confirmación de que el espontáneo pertenecía a la organización PP y que ocupaba el cargo de ministro de Hacienda en el Gobierno de España. «Cristóbal Montoro», apuntaron varios reporteros en sus libretas. La protesta se prolongó varios minutos, en los que se produjeron escenas de zozobra, al punto de que empezó a correr el rumor de que las chicas ya no volverían; cundió la certeza de que la sesión era la protagonizada por el espontáneo y su lema subversivo.
«El aborto es sagrado», habían conferenciado las muchachas cuando Gallardón hablaba de Lampedusa («al principio pensé: menuda pasión despierta este tema», diría horas después, aún atónito). Durante el forcejeo con los porteros una de las chicas disparó un zapato a la bancada del PP; horas más tarde un diputado fue reducido por querer probárselo a Rajoy para saber si era el presidente de sus sueños. La excitación del partido con su líder se debe a la recuperación económica, que es un hecho ya más sagrado que el aborto. El presidente del Gobierno y el ministro de Justicia se presentaron con corbata verde, por si había alguna duda de que Arriola va a por todas. Los dos escoltando a Margallo, con corbata azul nenuco, de las que regalan a los bebés con responsabilidades. Formaban un gran trío; en otra vida hubieran pasado por activistas de Femen si no fuera porque Montoro, al que siempre se le espera («This is Montoro», reza una inscripción grabada en su escaño), les robó la gloria en el descuento. Para el ministro los salarios en España suben moderadamente, una afirmación que luego se vería refrendada con la noticia de que el último año nos deja 47.000 millonarios más; el país está remontando a la manera del Barça de Guardiola, cuando a los tres goles de ventaja en el descanso le sumaba cuatro más en la segunda parte.
La mañana se diluyó entre enormes confusiones. Hubo un momento en el que nadie podía asegurar si las que estaban en comisaría eran las chicas proabortistas o el activista prorrecuperación, que finalmente salió por su propio pie de la Cámara. Preguntados sobre el escándalo en los filtros de seguridad, los agentes de la ley afirmaron lacónicos, mirando el detector de metales, que «las tetas no pitan; no vamos a pedir que las dejen en la entrada». Al aclarárseles que el escándalo había sido que pasase el ministro espontáneo, se encogieron de hombros; al parecer nunca adelantan lo que van a decir dentro.21549.993273466.663267449.997358662.5010.0000.000Un activista con corbata21603.898299395.81377961.569314212.4960.0000.000APUNTES EN SUCIO41292.301277019.93477955.997287895.8480.0000.000MANUEL JABOIS41292.301289189.28277955.997294509.6510.0000.000