MUNDO 2012MUN06ABMADMODELO DE COPIA MUNDO 37 CM06/04/202007:00PRIMER PLANOEl coste de la mala política (43007801)06/04/2000:45PRIMERAEl presidente del Gobierno habló al país el sábado desde el marco mental que supone la relación costo-beneficio entre la hibernación de la economía y el grado de confinamiento. El National Bureau of Economic Research (NBER) de EEUU acaba de publicar The Macroeconomic of Epidemics, un estudio firmado por Martin S. Eichenbaum, Sergio Rebelo y Mathias Trabandt. Su tesis es que la hibernación reduce la severidad de la epidemia en términos de vidas. Pero la parálisis exacerba la recesión y determinar el aislamiento óptimo es difícil porque las personas no son capaces de apreciar todos los beneficios que genera su aislamiento. Los autores calculan que un confinamiento óptimo endurecerá la recesión, pero salvará medio millón de vidas en EEUU.
Ante este dilema de economía y salud, está la actitud de gobiernos como el de Singapur, que figuran entre los que más eficazmente están combatiendo la pandemia. En una entrevista en TV, su ministro de Exteriores, Vivian Balakrishnan, que es médico de profesión, sostuvo que este trade-off es una falacia: «Si no tienes economía, no tienes recursos para salud». Para el ministro es esencial comenzar a pensar desde ya en cómo reiniciar la economía, restaurar los viajes en avión y la vida normal.
Muchos se escandalizaron en España cuando Angela Merkel dijo a comienzos de marzo que el 70% de la población de su país se contagiaría. Afirmaron que era irresponsable hacer ese vaticinio. Cuando la canciller dijo eso, los hospitales alemanes ya habían acopiado mascarillas y trajes durante febrero y desde enero, cuando los chinos desvelaron la secuencia genética del coronavirus, tenían kits fabricados por ellos para detectar los contagios. El resultado es que Alemania tiene una tasa de mortalidad del virus del 1,4% frente al 12% de Italia y el 10% de España.
Una de las claves en Alemania parece ser su capacidad de detectar los contagiados y hacerles seguimiento. Por lo visto, al cabo de la primera semana cabe la posibilidad de que los infectados empeoren radicalmente y es entonces cuando el sistema los hospitaliza y conecta a respiradores. Además, su sistema sanitario ha pasado de 29.000 a 40.000 camas UCI.
Muchos intelectuales han entrado en el debate sobre si las dictaduras combaten mejor el coronavirus que las democracias. Fukuyama sostiene que el dilema real no es dictadura o democracia, sino estados competentes e incompetentes. Otros, como Edward Luce, sostienen que a las economías dependientes del turismo –como España o Italia, aunque él cite a Florida– les costó más adoptar medidas de confinamiento que a las que no. También hay quien dice que, en los países con un mayor grado de confianza social, la tasa de contagio es menor.
Mi impresión es que la disciplina social juega un papel importante en la extensión de los contagios. Hay países con gran disciplina social, como Alemania, Suecia, Corea del Sur o Singapur, que están combatiendo muy racionalmente la pandemia, y en cambio democracias caóticas como Italia o España donde la performance no es tan buena y el coste de imponer el confinamiento es alto. ¿No estará pasándonos factura la falta de convergencia de nuestros objetivos como sociedad? ¿No será la hora de que la política se dedique a suturar consensos? johnmuller.es@gmail.com 21550.001269762.500267450.000358662.5000.0000.000El coste de la mala política21550.000271793.66778092.000287390.6570.0000.000AJUSTE DE CUENTAS
JOHN MÜLLER21550.000290089.47478224.292306804.1670.0000.000