MUNDO 2009 OKWEB03SE03/09/201104:00COMUNICACIÓNAnglicismos extendidos(6661314)03/09/1102:34PRIMERAANA ALBARRÁN / Madrid
Igual que un hombre viaja con su maleta o una mascota dentro de su cesto, cada producto viaja con su palabra. Así es como explica el secretario de la Real Academia Española, Darío Villanueva, la incorporación de palabras inglesas al vocabulario español. Este catedrático de la Universidad de Santiago achaca este fenómeno a la exportación de las culturas prominentes: «El inglés ganó la segunda Guerra Mundial. Dicho así puede parecer una expresión rara, pero se impuso sobre el alemán y el francés. Cuando una determinada práctica es inventada en un determinado país, la cosa viaja con su palabra» y añade: «Es absolutamente normal que los idiomas se presten términos entre sí. Y también es absolutamente normal que los países preponderantes -no sólo en el sentido económico sino también en el de producción material- sean los que más términos exporten».
El protocolo que sigue un término inglés hasta que es incorporado al diccionario de la RAE se basa en la frecuencia de uso en la sociedad. «Nosotros incorporamos palabras a nuestras bases de datos de la prensa, prospectos farmacéuticos o literatura, entre otros», cuenta Villanueva. «El primer paso es detectar que una palabra inglesa está empezando a circular por el español», cuenta el catedrático. Después se realiza un seguimiento del término para observar si se asienta en el vocabulario o si dentro de algún tiempo «se desinfla». El catedrático menciona como ejemplo las palabras del ámbito informático: «Hay casos como el de la palabra módem, que se encuentran en el diccionario pero debido a que el objeto ya no se utiliza, la palabra deja de hacerlo también. Por último, el diccionario «tiende a recoger el estado final al que llegan estas palabras cuando son usadas, de las que algunas, por el uso, modifican su pronunciación y su escritura».
Desde que el football es fútbol y el bacon se escribe beicon, cientos de palabras procedentes del inglés han sido heredadas por el español. Algunas, aceptadas oficialmente, lo que se llaman anglicismos, como por ejemplo ferry, crack, o ketchup y muchas otras han sufrido las alteraciones propias del uso del lenguaje en español y se han aceptado como neologismos: eslogan, que procede de slogan, cóctel, que proviene de cock-tail o tique, que deriva de ticket. El secretario de la RAE explica: «En la academia no hay ninguna preocupación purista con este asunto. Todos los idiomas, incluso el español, son un resultado de una comunicación lingüística. No supone ningún peligro ni desvirtúa la esencia de nuestro idioma».
Desde el primer préstamo que el español recibió del inglés -la palabra canoa-, términos como póquer, pedigrí, mánager y boxeo son algunos de los que, heredados del idioma anglosajón, han sufrido la adaptación de su forma gráfica a la prosodia del español. El diccionario de la RAE se ha ido acualizando al uso de nuestro idioma, pero la palabra más utilizada del mundo: ok, no la contempla.17009.94946847.329271999.994228351.4960.0000.00012805956.JPG16999.99647618.847168179.103135747.3290.0000.000Ejemplares del Diccionario de la Real Academia Española. / PACO TOLEDO.16999.974135747.329168179.103139451.4960.0000.000El inglés también 'se cuela' en el diccionario
La Real Academia Española explica cómo incorpora los anglicismos y por qué se adaptan algunas palabras al español17049.067143155.662168179.103183901.5010.0000.000>EL DOMINIO DEL INGLÉS / La normativa lingüística48473.72134076.301271999.99443143.1620.0000.000