MUNDO 2012WEB01NO01/11/201516:30SOCIEDADArtículo (28785086)01/11/1501:58PRIMERASOCIEDAD21550.005166045.83340026.397171152.2920.0000.000NUEVAS TECNOLOGÍAS
ROMPIENDO LA BRECHA DIGITAL
Más de siete millones de españoles nunca han entrado en internet. Una ONG madrileña enseña a personas mayores cómo manejar un ordenador21550.005166045.833117178.685240129.1670.0000.000LUCAS DE LA CAL MADRID
Hablar de brecha digital no mola. Probemos algo más fuerte: exclusión digital, analfabetismo digital… tampoco. No son términos populares, ni los oirán en la próxima campaña electoral. Prometer solucionar el problema de la brecha digital no da votos. Parecería un poco frívolo cuando hay gente que vive en exclusión social y sin llegar a fin de mes.
El problema existe, pero está tapado por otras penumbras sociales. Según el Instituto Nacional de Estadística, 7.372.868 millones de españoles nunca han entrado en internet. «La mayoría, obviamente, son mayores de 65 años que viven en zonas rurales. Pero hay un dato que llama la atención: un 50% de los trabajadores no ha tocado nunca un ordenador. Eso ya no es una cuestión de edad. Las empresas españolas no tienen conciencia de la necesidad de competir en el mundo digital», afirma José Varela, técnico superior de Telecomunicaciones, que ha realizado este año un informe para el sindicato UGT sobre la brecha digital.
Varela se refiere a la necesidad de afianzar la economía digital como pilar imprescindible para el crecimiento. «No lo digo yo, sino la Comisión Europea. La economía será digital, o simplemente no será. Si nuestras empresas y administraciones públicas no se adaptan, dejarán de competir, se estancarán y acabarán por producir pobreza y un retroceso del Estado del Bienestar», explica el experto. «La economía digital crece siete veces más deprisa que el resto de la economía. Por cada dos puestos de trabajo perdidos en el mundo real, la economía de internet crea cinco y es responsable del 21% del crecimiento del PIB en países desarrollados en los últimos cinco años».
Luisa, de 39 años, no tiene internet en casa. Forma parte del 25% de hogares españoles excluidos del universo digital. Y tampoco le importa. «Casi no tengo para dar de comer a mis hijos y no me puedo preocupar ahora de que tengan un ordenador», dice esta mujer, en paro y madre de tres hijos. La pequeña, Eliana, de 12 años, va a un colegio público en el madrileño barrio de Tetuán con la mochila cargada de cinco libros y cinco cuadernos. A un kilómetro de allí, en un colegio privado en la Castellana, los niños de su edad van a clase cargados de una tablet.
La existencia de esta brecha digital se acentúa en barrios como éste de Tetuán, donde el paro y la inmigración son el pan de cada día. Personas que, además, viven aisladas de internet. Por eso, cada vez hay más colectivos sociales que luchan para integrar a estas personas. El ejemplo lo encontramos en la Fundación Balia, una ONG que desde el año 2001 se dedica a apoyar a jóvenes en situación de riesgo. Su último proyecto pedagógico está centrado en combatir la brecha digital. Consiste en que chavales en riesgo de exclusión social enseñen de manera desinteresada informática básica a adultos y personas mayores con dificultad en el acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
Jesús Albarrán (61 años y un 66% de discapacidad) es uno de los 349 mayores que han participado en el programa. «Yo nunca había usado un ordenador. Me quedé en paro y vi que tenía que aprender si no quería quedarme atrás. Ahora ya sé hacerme un buen curriculum on line y manejar mis cuentas bancarias sin salir de casa», cuenta.
En la primera clase hay siete adultos que están aprendiendo a usar el teclado y el ratón del ordenador. Javi (16 años) y Jefferson (19) son los profesores. «Los mayores que no son nativos digitales como nosotros también tienen derecho a aprender las ventajas que tiene usar internet».
María González es la coordinadora del proyecto. «Cuando empezamos a trabajar con familias en exclusión social, nos dimos cuenta de que tenían un gran problema que les impedía buscar trabajo con eficacia. Les enseñamos a desenvolverse bien en la Red y gracias a ello hay personas que han encontrado trabajo», explica mientras enfatiza también la importancia de la relación que se crea entre los jóvenes y los adultos.
En la segunda hora de clase los alumnos son algo mayores. María Luisa, 80 años, ya sabe como pedir una cita con su médico por internet; mientras en el pupitre de al lado, Aurelia, 71 años, presume de que ya puede hacer la declaración de la Renta on line. Pero la brecha digital no es sólo una cuestión de edad, también de género (sólo un 21% de estudiantes en carreras técnicas son mujeres). Por eso, los expertos coinciden en la importancia de resolver la que podría ser la principal causa de exclusión económica en el mundo en las próximas décadas. 221911.76043808.333267450.000280875.0000.0000.000121730.880166045.833217359.560280875.0000.0000.00021550.000243833.333117178.685280875.0000.0000.000