CRONICA 2014CRO23JLMAD_CRONICA23/07/201707:17CRONICAPORQUE LA MÚSICA PIENSA (35397267)22/07/1721:19MADRIDPORQUE LA MÚSICA PIENSA21549.993320664.41771943.920339901.4700.0000.000ANTONIO LUCAS JOSÉ AYMÁ21549.987341909.12165874.320351278.6120.0000.000UN DISPARO
EN 4 x 5
pulgadas39704.124299828.81366769.946319360.7390.0000.00074417063.jpg42496.38530376.042245267.936285603.7790.0000.000joaquín achúcarro. 1932. bilbao65874.320286117.116223125.680294819.3950.0000.000A Beethoven lo llama «el jodido sordo» porque su energía le ha vuelto la cabeza del revés en demasiadas ocasiones. Joaquín Achúcarro es un maestro del piano que ha pasado demasiados años en la Universidad Metodista de Dallas (EEUU), donde es más conocido y respetado que algunos hombres con estatua. Ha pasado los 80 y sigue pedaleando en desniveles del 10%, nadando, ensayando unas seis horas diarias. Según Liszt el piano resume y concreta en él mismo el arte todo entero. Achúcarro es de esa misma escuela de ideas, de los que desbordan entusiasmo por los costados. Es decir, de los que aman profundamente esa caja vibrante que le desespera. Sostiene que Chopin, Debussy y Ravel trazan sonidos como azules. Y que cuando alguien quiere invocar la luna suele utilizar las teclas negras. Estas sospechas hacen de Joaquín Achúcarro un prototipo de músico que se confecciona a timón libre, con esa rareza hacia dentro de los que extraen belleza de un catafalco que suena. Es un bilbaíno seguro de que la verdad también habita en las kokotxas de la merluza. De no haber sido músico se habría enfundado una escafandra para ver qué sucede bajo la piel del mar, donde todo se libera de sentido. Donde el corazón de un hombre suena como lo que es, una válvula mojada. Piensa la música, la interpreta y la piensa. Y ésta le trae tanto bálsamo como ráfagas de preguntas. A su edad acumula enigmas que no ha sabido resolver sobre lo que sale de un piano. Y esa inquietud le mantiene en pie. La música es una duda que genera más dudas. Como los agujeros negros. Como las melodías que sólo existen en los momento de entresueño, cuando algunos neurólogos sostienen que aparecen las melodías más excelsas, los poemas que revelan los confines del verbo absoluto. El día en que anunció que se iba a retirar le montaron dos festivales con su nombre, para que siguiese en el tajo. La vida no le habría sido igual sin Emma al lado. @Antoniolucas75 86491.792299369.997267449.997358636.6630.0000.000